Libros libres

Hoy no estoy original. Simplemente les muestro lo que hoy he recibido por email como un reenvío:


"Queridos compañeros y compañeras de este viaje de la vida:
Estando en Buenos Aires despidiendo a mi hijo a su viaje por el mundo, nos sentamos un momento en una plaza y allí en un banco había un libro (Bestiario de Cortázar). Mi hijo, feliz por haberlo encontrado lo abre y encuentra el siguiente mensaje:
"Este libro pertenece al Movimiento Libros Libres de la Argentina.Luego de leerlo por favor liberarlo para que siga su viaje."
De más está decir la emoción y sincronicidad de ese momento en el cual yo estaba soltando y mi hijo siguiendo su viaje.
El motivo de este mail es invitarlos, estén en el lugar que estén, a realizar una liberación de libros, el día que lo deseen y en el momento que lo deseen. Y simplemente escribir en su primera página que el libro pertenece al Movimiento Libros Libres de ... el lugar del mundo en el que se encuentren.
Un abrazo grande a todos, pasen este mail a todos quienes consideren abiertos a esta propuesta a crear este Movimiento tan libre como los libros que liberemos.
Maca
(Si ya existe este Movimiento en este país, simplemente nos sumamos, ya que es de suponer que no pertenece a nadie.)"


Gracias, Maca, quien quiera que seas. Yo agregaría que no es necesario que se trate del Movimiento Libros Libres de Uruguay, o Argentina. Imagínense que alguien lo agarra de camino al aeropuerto, y se va con él como compañía en el avión, en su viaje a, digamos, México... Podría liberarlo allí. Entonces se trataría, simplemente, del Movimiento Libros Libres del Mundo. 


¿Probamos?

Comentarios

  1. ya conocía esto, pero soy muy "agarrada" con mis libros y aún no me animo a soltar ninguno. sobretodo cuando no se si algún día tendré una contrapartida en el intercambio...egoísta lo mío, pero bué...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El por qué de la alondra y el ruiseñor

La foto que me sacó la hermana de Fucile (y esas cosas de la vida)

El cementerio del Cerro