La pandilla de la sirena interpretada por niños

En el año 2007 fui invitada al Liceo Nº 39 y la UTU “Domingo Arena” para que alumnos de 1º y 2º año que habían estudiado mi cuento en Idioma Español me conocieran e hicieran preguntas acerca de la elaboración de La pandilla de la sirena. (Si recién te enganchás con el blog, te recomiendo que la busques en las etiquetas o en la sección "Relatos y fragmentos"). En un trabajo interdisciplinario, los profesores de Idioma Español y Educación Visual y Plástica se combinaron para que el producto de la interpretación de los chicos fueran dibujos, collages y pinturas de lo que les significaba en su imaginación el cuento. Al final de la clase, pude seleccionar y llevarme algunos. ¡Aquí están mis favoritos!




Este dibujo pertenece a Ana Barboza, que en 2007 estaba en 2º de liceo. Me encanta el taller de cerámica llamado "La ñata". Si hacen doble clic sobre las figuras, las pueden ver más grandes.






Este es obra de Claudio Rosa, también de 2º año. Obsérvese la chanchita que colabora tironeando de la cuerda que guía al camello, y el hombre esposado que marcha derechito al ropero, todo bajo la mirada vigilante de la sirena...






Este es de Kevin Fernández, de 2º año también. Me encantan los rostros... La sirena tiene una bella maldad digna de heroína malvada de comic, y las chanchitas son las típicas némesis de las películas, con traje camuflado. Ellas van llevando juntas el ropero, como si fuera una procesión. Vale la pena también detenerse en la mano y el ojo que se revelan por ciertos resquicios del ropero... ¡hay un prisionero aquí dentro! Y la niña que se asoma por detrás, seguramente me representa a mí, que, como en las películas, me colé en la escena para observar mejor! Por si quedaban dudas, trabajan para el ejército, ya que en primer plano un militar queda a cargo del camello con el prisionero, ya resignado, mientras ¿un vecino? protesta. Ese vecino ya marchará en su momento...






Estas tres son de alguien que olvidó poner su nombre y grupo, y que por lo tanto la profe garabateó "Carolina". Carolina se perderá, entonces, en la penumbra del anonimato. Me encantó la representación de la casa, tan señorial, tan distinta a mi casa del Cerro, que embellece con esa estética la totalidad de mi historia! Las tomas de cerca son para resaltar ciertos detalles, la abstracción es increíble, ya que la madre apenas tiene rasgos y la niña que se esconde a espiar en la escalera no tiene ninguna facción en su rostro... La tele encaja perfectamente con la década de los 70...






A Julio, que por haber olvidado escribir su nombre completo también se perderá en el anonimato, pertenece este dibujo. Me fascinan las chanchitas con cascos militares, el taller que, obviamente, se tenía que llamar "LA ÑATA", la sirena flotando porque "la traía el viento", y el militar sobre el camello apurando a su compañía: "¡Vamos, vamos!" con el brazo en alto, apremiante.






El último, mi preferido, perteneciente a Cecilia Fonticaba. Es un collage combinado con lápiz de color y marcador. Las caras de todos los miembros de la pandilla, allí atrás el camello mirando de soslayo con ojos de mafioso, e ¡incluso el ropero! son de una vileza indescriptible en palabras. ¡Genial!


Espero que las hayan disfrutado. Estoy tan contenta de tener este medio para preservarlas y compartirlas...
Que tengan un bonito día.

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