Llegada a Chicago
¿Tuvieron alguna vez la sensación de estar en un sitio y sentirse totalmente un fantasma, un alma en pena que está ahí pero no debería? No, no es lo que me sucede en Chicago, sino lo que me sucedió en las casi 48 horas que pasé en Montevideo esperando mi nuevo vuelo, y cruzando los dedos para que no volvieran las cenizas volcánicas! La valija hecha, y yo sacando el cepillo de dientes de un necessaire y devolviéndolo al lugar, fue como vivir en una carpa, en una dimensión intermedia que anímicamente no me permitía ni estar en mi casa, contenta de estar allí, ni disfrutar o ponerme nerviosa porque ya me iba. Un limbo, esa es la palabra.
Bueno, ahora se terminó el limbo y ya estoy aquí, tras haberme perdido una clase con Martha Nussbaum y postergado un encuentro con la gente del Center for Latin American Studies, que había acordado con la nada secreta intención de mostrarles la novela A su imagen y semejanza! Imagino tantas cosas! Imagino que les gusta y la estudian, fantaseo con que la traducen al inglés y me hago rica, jejeje, fantaseo, nada más, no me lo creo, y algunos dirán que no se me cumple justamente porque no me lo creo!
En fin, como les decía, postergué para otro día la reunión con la gente de estudios latinoamericanos, y me perdí una clase de Nussbaum, pero ésta era para ver cómo da las clases ella aquí, no tenía nada que ver con mi tesis, entonces no era tan grave. Igualmente tengo otra chance la semana que viene.
Pero mañana sí tengo la primera entrevista pura y dura, y los estudiantes de Historia 1 saben a qué me refiero porque les estuve contando durante varias clases... porque es con el profesor Cacioppo, un neurocientífico que cuando le envié mis preguntas por anticipado se ofendió porque yo no había leído varias de sus obras... Le expliqué que la tesis es sobre la educación de las emociones según Martha Nussbaum, que él me venía bien porque provenía de otra disciplina, pero, según me dijeron algunos alumnos... ¡peor! ¿Cómo que él viene de agregado y no de principal? No sé si será así este hombre... Pero ¡mañana les cuento! Yo por las dudas voy a leer antes de acostarme un poco de lo que me "mandó a estudiar" sobre lo que él ha escrito, para calmar los ánimos... Tampoco es cuestión de perder el tiempo estudiando a alguien que no es relevante... sólo quiero preguntarle si entiendo bien a los neurocientíficos cuando los defino como investigadores que enfatizan prioritariamente el aspecto fisiológico de las emociones. ¿Me mandará a freír espárragos?
Mientras espero, ustedes pensarán que me estoy haciendo una panzada turística por Chicago. Nada de eso... El clima me recibió muy mal, como si estuviera enojado por mi demora. Unos vientos huracanados hacen que el "lago" Michigan, al que da mi ventana (si miro chanfleado) no se parezca en nada a un "lago" sino a un océano.
Unas olas como las que rompen a veces sobre la Rambla Sur saltan y se apoderan de la avenida que lo bordea con sus garras marrones, tal cual como cuando hay tormenta en Montevideo.
Son las 6 de la tarde y ya oscurece. Por la ventana miro y veo pasar las luces de los autos dibujando gotitas de lluvia en el foco intangible que las antecede. Y me hago ilusiones de que estoy en un hotel frente a la Rambla de Montevideo.Y díganme ustedes, con las imágenes que les estoy mostrando, si no...
Bueno, ahora se terminó el limbo y ya estoy aquí, tras haberme perdido una clase con Martha Nussbaum y postergado un encuentro con la gente del Center for Latin American Studies, que había acordado con la nada secreta intención de mostrarles la novela A su imagen y semejanza! Imagino tantas cosas! Imagino que les gusta y la estudian, fantaseo con que la traducen al inglés y me hago rica, jejeje, fantaseo, nada más, no me lo creo, y algunos dirán que no se me cumple justamente porque no me lo creo!
En fin, como les decía, postergué para otro día la reunión con la gente de estudios latinoamericanos, y me perdí una clase de Nussbaum, pero ésta era para ver cómo da las clases ella aquí, no tenía nada que ver con mi tesis, entonces no era tan grave. Igualmente tengo otra chance la semana que viene.
Pero mañana sí tengo la primera entrevista pura y dura, y los estudiantes de Historia 1 saben a qué me refiero porque les estuve contando durante varias clases... porque es con el profesor Cacioppo, un neurocientífico que cuando le envié mis preguntas por anticipado se ofendió porque yo no había leído varias de sus obras... Le expliqué que la tesis es sobre la educación de las emociones según Martha Nussbaum, que él me venía bien porque provenía de otra disciplina, pero, según me dijeron algunos alumnos... ¡peor! ¿Cómo que él viene de agregado y no de principal? No sé si será así este hombre... Pero ¡mañana les cuento! Yo por las dudas voy a leer antes de acostarme un poco de lo que me "mandó a estudiar" sobre lo que él ha escrito, para calmar los ánimos... Tampoco es cuestión de perder el tiempo estudiando a alguien que no es relevante... sólo quiero preguntarle si entiendo bien a los neurocientíficos cuando los defino como investigadores que enfatizan prioritariamente el aspecto fisiológico de las emociones. ¿Me mandará a freír espárragos?
Mientras espero, ustedes pensarán que me estoy haciendo una panzada turística por Chicago. Nada de eso... El clima me recibió muy mal, como si estuviera enojado por mi demora. Unos vientos huracanados hacen que el "lago" Michigan, al que da mi ventana (si miro chanfleado) no se parezca en nada a un "lago" sino a un océano.
Vista desde mi ventana |
Unas olas como las que rompen a veces sobre la Rambla Sur saltan y se apoderan de la avenida que lo bordea con sus garras marrones, tal cual como cuando hay tormenta en Montevideo.
Como el Río de la Plata cuando se pone marrón... Qué tanto hablan del Lake Michigan... |
Son las 6 de la tarde y ya oscurece. Por la ventana miro y veo pasar las luces de los autos dibujando gotitas de lluvia en el foco intangible que las antecede. Y me hago ilusiones de que estoy en un hotel frente a la Rambla de Montevideo.Y díganme ustedes, con las imágenes que les estoy mostrando, si no...
casi que veo a uno con un termo bajo el brazo, ja, se ve que el paradigam turístico son los lentes de la nostalgia
ResponderEliminarTal cual!!! Ja, al menos esos son los lentes que siempre me pongo yo!
ResponderEliminarcuenta, cuenta cueeeeeenta maaaaaaaaas!
ResponderEliminarAmiga, te va a ir bien, y sos millonaria, sos millonaria de todos los que te quieren, de las palabras que salen de tu boca y de tus manos, de lo que diste sin pedír a cambio, de lo que peleaste siempre, de lo que merecés y tenés y de lo que no tenés pero también merecés. Hoy colgué un video en face cuyo link es http://youtu.be/KYfc5_YFFb0
ResponderEliminarAhí vas a ver por qué siempre te sentiste rara, revolucionaria, pero a la vez tan identificada con gente que estaba en el camino... yo por ejemplo... y no sé por qué nos alejamos del camino... será que uno crece y crecer lo hace a uno más encasillado, tristemente encasillado...
Helcia, por suerte pusiste tu blog en face y te encontré de nuevo... cuando vuelvas de Chicago quiero darte un abrazo y llorar en tus brazos sin decir palabra. Beso Fer