Décimo día en Chicago: conferencia sobre Bernard Williams, y ya no doy más

Voy a utilizar las reflexiones que mi amiga Hiara hizo hace unos días cuando conté por este medio sobre la clase de la Nussbaum; me escribió algo así como: "¿Cómo? ¿No usan cañón ni powerpoint? ¿Los estudiantes no sacan apuntes con sus i-pads? Acá parece que si no tenés una metodología novedosa con uso de la última tecnología, tu docencia es pésima. Sin embargo, en la Universidad de Chicago, les alcanza con la Martita". No son las palabras exactas de Hiara, pero es el espíritu de lo que ella quería transmitir. En el paisito, el uso del powerpoint y los cañones se ha convertido en una obsesión tanto a nivel secundario como terciario. Hace dos años, cuando en la Facultad se empezó a implementar el uso de esta tecnología, a mí se me podía ocurrir un día antes hacer una actividad como mostrar un fragmento de una película, y siempre había disponible cañón, dvd o en su defecto laptop, y parlantes. Ahora, como se pusieron de moda, los pido una semana antes y ya no hay. Entonces desistí. Ya no muestro nada en clase, y me baso en mi persona y el tradicional pizarrón blanco. Pues, me llevé una sorpresa al ver que Martha Nussbaum, una profesora estrella en una de las Universidades más prestigiosas del mundo, tampoco utiliza ninguna tecnología, y tiene como cuatro marcadores de pizarra blanca, pero antes de usarlos los prueba, porque algunos no andan, jajaja. El nivel de sus clases no se mide por el oropel de la tecnología, sino por lo que ella sabe transmitir, porque lo conoce y lo contagia. Eso es todo.
Este tramo final de semana (viernes y sábado), estoy asistiendo a una conferencia sobre el filósofo Bernard Williams (inglés, 1929-2003) en la que profesores prestigiosos de USA (como Alasdair MacIntyre, Robert Pippin y Martha Nussbaum entre otros) y de Escocia (Sarah Broadie) que estudiaron a Williams se reúnen para realizar una serie de presentaciones sobre el autor en cuestión. La conferencia de dos días es gratuita pero con inscripciones para asegurarse el lugar, ya que el sitio es un pequeño teatro del Ida Noyes Hall, hermoso centro de eventos de estilo gótico, donde caben un máximo de cien personas y que no cuenta ni con proyector ni pantalla ni nada. Unos buenos micrófonos que no acoplan, eso sí. Simplemente una mesa tradicionalmente cubierta por un mantel que cubre las piernas de los presentadores, y un atril al costado. El que va a hablar, se para frente al atril y LEE muy prolijamente la presentación que llevó preparada, NO PAYA. Porque otra cosa que está pasando en el paisito es que se admira al que "no lee" porque parece que le sale "todo natural". No se trata de eso!  El que prepara una conferencia, por respeto al público, lo piensa bien con anticipación y lo escribe, y después lo practica, claro, para no andar leyendo como bobo letra por letra, sino que lee y mira al público, lee y mira al público, y así sucesivamente, pero es una muestra de respeto llevar todo muy bien preparado. Pues fue muy de mi agrado ver, al igual que para Hiara con su irónico comentario, que en la Universidad de Chicago está todo bien con no usar la tecnología y preparar minuciosamente el discurso y leerlo con solvencia... El capital docente de alguien está dentro del docente mismo, en lo que él es capaz de dar y preparar con seriedad, porque sabe qué escribir y dónde buscar el material que va a manejar. Al diablo con los fuegos artificiales de los powerpoints y los sofistas seductores con ceño fruncido y mirada ensoñadora haciéndose los intelectuales; en uno de los sitios más prestigiosos del mundo no se necesita de vuestra alaraca. (Hice catarsis, no?) Les dejo algunas imágenes.
Desde un corredor lateral del hermosísimo Ida Noyes Hall
Interior
Teatro. Sobre el pequeño escenario se ve la mesa y el atril a la izquierda. Al fondo, es simplemente una puerta .

Aquí, antes de comenzar, disimuladamente capté a "la Martita"que se ve a la izquierda sobre todo al final del clip. Nadie sacó ni una foto, filmar, mucho menos. Entonces me agazapé en un rincón y me hice la disimulada. Allí pueden ver a la lady interactuando con naturalidad con conocidos. Yo creo, a decir verdad, que quienes han hablado mal de ella es porque no le perdonan que tenga 64 años y tenga el cuerpo de 35 y la cara de 50... Parece que si una quiere ser filósofa y vieja, tiene que ser una calandraca... Yo seguramente seré una calandraca, pero eso no justificará que hable mal de la Martita...
Al final de la conferencia la corrí para lograr que me diera un autógrafo en un libro de mi amiga Hiara. ¡Lo que uno hace por la amistad! ¿Recuerdan mis reparos para que firmara el cuadernito de Gustavo? Bueno, después de eso, a Hiara se le ocurrió sumarme la responsabilidad de que le autografiara un libro, y las chances que me quedaban de verla eran en esta conferencia... Yo ya me imaginaba, nuevamente cual ardilla metiendo la punta de la nariz entre la gente, pidiendo permiso entre los famosos que la rodearían, y yo con mi librito y la lapicera... "Could you please sign this for a friend of mine?" y todos girando sus rostros hacia mí con cara de "¿Quién es esta desconocida que encima tiene acento de quién sabe qué parte despreciable del mundo?" Pero no fue así. Porque como Cenicienta, la Nussbaum salía a todo lo que daba escaleras abajo, le faltaba perder el zapato de cristal. La perseguí y casi le grité "Hi!". Ella se detuvo majestuosamente, se dio vuelta y me miró con los ojos sonrientes. Me dijo que no podía firmarme el libro porque no tenía dónde apoyar y se iba muy apurada a un concierto. Me preguntó cuándo me iba; le dije que el lunes, entonces accedió a firmarme, por las dudas si no nos volvíamos a ver, allí, de pie, advirtiéndome que no iba a ser muy prolija. El resultado no estuvo tan mal de cualquier forma, y yo estaba radiante porque acababa de vencer mis propios complejos y lograr mi cometido. Lo cierto, querida Hiara, es que me moría por llevarte este souvenir, pero mi timidez me hace las cosas muy pero muy difíciles. Ahora, me siento agradablemente un poco más poderosa que hoy de mañana...
Mañana es el último día de conferencia, y el domingo dormiré hasta tarde y haré la valija. Lo cierto es que ya no doy más de saudade y cansancio y sensiblería y... ta. Quiero volver.
Montevideo, I'm on my way.

Comentarios

  1. Comparto plenamente lo que decís sobre la tecnología. Creo que es un "accesorio" que se puede usar, y dosificar, que mucas veces tiene ventajas pero que tendría también que haber cierta tensión con su "no uso"; un equilibrio. Aparte, tampoco creo que sea algo que se tiene que utilizar en todos lados ya que en algunos lados estará mejor su uso y en otros no y está bueno que existan ambos lados, ambas instancias. Creo que de las mejores cosas es la socialización del conocimiento porque las personas en un pueblo en el medio del campo pueden leer las noticias diariamente a través de internet y leer un libro si quieren pero no hay que hacer abuso de ella. También, en 1990 cuando viví en Estados Unidos, ya tenían varias computadoras en la granja de la casa de Kansas donde estaba cosa que acá recién se habilitó con la distribución de las ceibalitas y, si bien los docentes leen, realizaron el texto en sus computadoras por lo que tenían cierto conocimiento del uso que les fue dado durante su escolaridad; como todos nosotros. Creo que el equilibrio ha de existir; acá, por ejemplo, aparentemente un docente impartará clases de inglés desde la computadora usando skype, lo cual me lleva a preguntarme si no será darle un lugar demasiado preponderante a la tecnología, por sobre lo humano;es decir, me pregunto qué pasará con el siempre necesario y también difícil de conseguir equilibrio...
    Pero bueno, me alegro de que hayas conseguido la deseada firma para tu amiga y creo que el hecho de "pedir la firma para una amiga" te dio la confianza para hacerlo; poca gente es así.
    Un gran abrazo

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  2. No sabía que se pierde el docente en favor de la tecnología. Es una pérdida enorme, nada que ver el contacto humano con el skype. ¡Qué desastre!!

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