Been there, done that!
Este título tiene varias interpretaciones, literalmente "he estado ahí, he hecho eso", pero suele entenderse como "a mí ya me pasó", o "para mí no es nada nuevo", o incluso "cuando tú vas, yo vuelvo". Pero cuando estuve en Londres hace muuuuchos años, la frase se vendía impresa en camisetas con imágenes de los landmarks de la ciudad, como el Big Ben, el Buckingham Palace, entre otros, y se refería a eso de lo que yo hablaba el domingo acerca de la actitud "turista japonés": tratar de cumplir con los "infaltables" de un sitio a donde uno viaja, y, por supuesto, registrar todo con una cámara y la compra de una cantidad considerable de souvenirs. La camiseta que decía "been there, done that", justamente era un souvenir de ese tipo, muy ingeniosamente haciendo una burla de sí misma.
El domingo sufrí, como habrán visto, un ataque de fobia a esta actitud, y me negué a salir del hotel. La verdad es que ahora creo que me sentía demasiado presionada por los eventos que estaban por venir.
Hoy, cuando lo más importante ya ha pasado (me queda un evento de dos días el fin de semana, pero que solamente seré espectadora y pasaré inadvertida, que es lo que más disfruto...), cumplí con una linda planificación de turista que armé anoche y que se llevó a cabo al pie de la letra. Y bueno, fui un poquito turista japonés, pero estuvo muy pero muy bueno. ¿Les cuento?
Para empezar, estuve en el Millennium Park. Podría hablarles horas de este parque, pero lo más fácil es que miren aquí, donde hay un resumen en español de lo más claro y conciso. No pensaba ir. Pero el lunes la Nussbaum puso como ejemplo The Crown Fountain, como una muestra de arte en la que no se necesita de reflexión para que en verano decenas de personas se conglomeren en comunión frente a las gigantescas caras esperando el chorro de agua que, de sorpresa, sin saber bien cuándo, sale de la boca del rostro proyectado. Y también me habló de la Cloud Gate, gigante espejo en forma de huevo, en el que el arte atrae naturalmente a las personas que buscan su reflejo distorsionado allí. Me quedó grabadito en la memoria, y cuando ayer planifiqué la visita a The Rookery, uno de los edificios intervenidos por Lloyd Wright, y vi que el Millennium Park estaba a un par de cuadras, decidí insertarlo en el itinerario.
Pues de verdad que fue muy divertido, y para que puedan disfrutarlo conmigo lo mejor son las filmaciones:
1) The Crown Fountain.
Aquí la cara gigantesca hace muecas con la boca, y supuestamente se prepara para largar el chorro de agua, pero no lo hace. No me detuve un largo rato, y nunca vi, a pesar de los amagues, salir el agua, pero sí había agua en el suelo, prueba de que aún en otoño funciona.
2) The Cloud Gate:
Curiosamente, hace unos días mi amiga Fer me envió un video muy emotivo en el que la imagen principal es la Cloud Gate. Ni ella (creo, porque no me lo mencionó) ni yo sabíamos en ese momento que esa imagen era un landmark de Chicago y que yo estaba tan cerca de verla con mis propios ojos... Ironías de la vida... ¿o nada es casualidad???
Mi siguiente paso en el itinerario fue visitar The Rookery, un edificio de oficinas diseñado por el arquitecto John Root y construido entre 1885 y 1888, que más adelante fue modernizado por encargo por Frank Lloyd Wright en 1905. Fue un acierto haber ido allí, y haber averiguado con tiempo que a las 12 del mediodía hay un tour por los diferentes pisos que de lo contrario están vedados para los visitantes.
El otro día les conté del incendio de Chicago en 1871 del que básicamente sobrevivió sólo la torre de agua. Pues como nunca hay mal que por bien no venga, ese incendio dio lugar a la formación de una generación de arquitectos que se propusieron a reconstruir la ciudad sobre la base de nuevos conceptos, entre los cuales estaba el rascacielos. El rascacielos, claro, en el origen no era tan alto como para "rascar el cielo", pero así se llamó por ser muy, muy alto (en el concepto de la época), con la finalidad de potenciar más el espacio. The Rookery es uno de los más antiguos que se conservan, y su revolucionaria estructura se propone dejar penetrar la luz natural por todos los medios posibles, ayudada por la utilización de vidrio y hierro. Los diseños del hierro de las escaleras, hermosos, etéreos y con formas de mariposas y flores geométricas fue lo que aportó en su reforma Lloyd Wright. Les dejo algunas fotitos.
Después de allí, a un par de cuadras de distancia, visité el Art Institute; me quedé convencida de que es una de las mayores colecciones de arte del mundo. La cantidad de impresionistas que hay allí (Monet, Renoir, Degas, Van Gogh, Manet, etc. etc.) supongo que es muy difícil de encontrar en un sitio a la vez! También hay otros clásicos como Rubens, Tintoretto, Caravaggio, El Greco, etc. etc. etc.! Fue verdaderamente maravilloso. Pero lo más lindo, como nena que soy, fue la colección de habitaciones en miniatura de la señora James Ward Thorne (estas mujeres incluso llevan el nombre de pila del marido!), que vivió entre 1882 y 1966. La señora Thorne ser hizo famoa en la década de los 30 por sus miniaturas de habitaciones que reproducen interiores históricos. Saqué fotos, sí, pero son tan realistas, y fabricadas con materiales auténticos como madera, vidrio y tela, que al mirarlas parecen habitaciones reales. Entonces filmé, para que el efecto circundante de la cámara dejara bien en claro que se trata de miniaturas dentro de una vitrina! Les dejo mi favorita. Verán que pongo un dedo al final; no es de despistada, sino para comparen el tamaño!
Y para terminar, me tomé el tren aéreo que da la vuelta entre los rascacielos.
No me van a decir que no me porté como buena turista y que no me merecería mi camiseta que dijera "Been there, done that!".
Hasta mañana.
El domingo sufrí, como habrán visto, un ataque de fobia a esta actitud, y me negué a salir del hotel. La verdad es que ahora creo que me sentía demasiado presionada por los eventos que estaban por venir.
Hoy, cuando lo más importante ya ha pasado (me queda un evento de dos días el fin de semana, pero que solamente seré espectadora y pasaré inadvertida, que es lo que más disfruto...), cumplí con una linda planificación de turista que armé anoche y que se llevó a cabo al pie de la letra. Y bueno, fui un poquito turista japonés, pero estuvo muy pero muy bueno. ¿Les cuento?
Para empezar, estuve en el Millennium Park. Podría hablarles horas de este parque, pero lo más fácil es que miren aquí, donde hay un resumen en español de lo más claro y conciso. No pensaba ir. Pero el lunes la Nussbaum puso como ejemplo The Crown Fountain, como una muestra de arte en la que no se necesita de reflexión para que en verano decenas de personas se conglomeren en comunión frente a las gigantescas caras esperando el chorro de agua que, de sorpresa, sin saber bien cuándo, sale de la boca del rostro proyectado. Y también me habló de la Cloud Gate, gigante espejo en forma de huevo, en el que el arte atrae naturalmente a las personas que buscan su reflejo distorsionado allí. Me quedó grabadito en la memoria, y cuando ayer planifiqué la visita a The Rookery, uno de los edificios intervenidos por Lloyd Wright, y vi que el Millennium Park estaba a un par de cuadras, decidí insertarlo en el itinerario.
Pues de verdad que fue muy divertido, y para que puedan disfrutarlo conmigo lo mejor son las filmaciones:
1) The Crown Fountain.
Aquí la cara gigantesca hace muecas con la boca, y supuestamente se prepara para largar el chorro de agua, pero no lo hace. No me detuve un largo rato, y nunca vi, a pesar de los amagues, salir el agua, pero sí había agua en el suelo, prueba de que aún en otoño funciona.
2) The Cloud Gate:
Curiosamente, hace unos días mi amiga Fer me envió un video muy emotivo en el que la imagen principal es la Cloud Gate. Ni ella (creo, porque no me lo mencionó) ni yo sabíamos en ese momento que esa imagen era un landmark de Chicago y que yo estaba tan cerca de verla con mis propios ojos... Ironías de la vida... ¿o nada es casualidad???
Mi siguiente paso en el itinerario fue visitar The Rookery, un edificio de oficinas diseñado por el arquitecto John Root y construido entre 1885 y 1888, que más adelante fue modernizado por encargo por Frank Lloyd Wright en 1905. Fue un acierto haber ido allí, y haber averiguado con tiempo que a las 12 del mediodía hay un tour por los diferentes pisos que de lo contrario están vedados para los visitantes.
El otro día les conté del incendio de Chicago en 1871 del que básicamente sobrevivió sólo la torre de agua. Pues como nunca hay mal que por bien no venga, ese incendio dio lugar a la formación de una generación de arquitectos que se propusieron a reconstruir la ciudad sobre la base de nuevos conceptos, entre los cuales estaba el rascacielos. El rascacielos, claro, en el origen no era tan alto como para "rascar el cielo", pero así se llamó por ser muy, muy alto (en el concepto de la época), con la finalidad de potenciar más el espacio. The Rookery es uno de los más antiguos que se conservan, y su revolucionaria estructura se propone dejar penetrar la luz natural por todos los medios posibles, ayudada por la utilización de vidrio y hierro. Los diseños del hierro de las escaleras, hermosos, etéreos y con formas de mariposas y flores geométricas fue lo que aportó en su reforma Lloyd Wright. Les dejo algunas fotitos.
Esas dos alas de una gigantesca libélula, son escaleras... |
Y para terminar, me tomé el tren aéreo que da la vuelta entre los rascacielos.
No me van a decir que no me porté como buena turista y que no me merecería mi camiseta que dijera "Been there, done that!".
Hasta mañana.
Disfrutable todo!!! me encantó y sin duda hacete la camiseta!!! Besos desde La Granja con la pata coja.
ResponderEliminarCuidate!!!
ResponderEliminarProfe!!!! disfrutá!!!!!! te extrañamos!!!!!!!!!!
ResponderEliminarbesote grandote
Nada, nada absolutamente en este universo, es casualidad... todo causalidad... y yo no recibí ese video en otro momento, lo recibí cuando estabas ahí y yo leía por primera vez tu blog y todo lo que sigue y conocemos las dos... Helcia, era el momento de reencontrarnos... ja ja ja
ResponderEliminarbesos mil
Fer
Aparte de eso, un comentario un poco más jocoso, qué graciosa quedás en el reflejo con tu camarita... ja ja ja, petisita como yo... ja ja ja
ResponderEliminarJajajajaja, y eso que le busqué algún ángulo bastante normalito, jajajaja, lo de petisita es lo menos llamativo, imaginate que en momentos quedaba aannnchaaaa, pero eso no lo iba a filmar, jajaja.
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