La vida es sueño I

Ahora que tengo blog...


En enero de 1999 hice uno de los viajes más inolvidables de mi vida. Tenía 30 años recién cumplidos, y era teacher de inglés desde los 18. Siempre había soñado con liderar a un grupo de alumnos en un viaje a Inglaterra. Se habían dado ciertas circunstancias, y organicé un grupito. Éramos Karina, Mariana, Florencia, Daniela, Carolina, Cecilia y Claudio, y los liderábamos Gustavo y yo. El más joven del grupo era Claudio, con apenas 15 años. Lo seguía Cecilia con 17, y los demás ya eran mayores de edad, pero apenas estrenaban esa nueva etapa de la vida. Los "adultos responsables" teníamos apenas 30 y 31 años. Éramos prácticamente un grupo de amigos. 
Escribí por correo postal (!!!!) a diferentes colegios de Inglaterra para conocer precios y prestaciones, y después de recibir folletos satinados de todo tamaño y color, elegí el que era a la vez pintoresco y económico. Un colegio en un pueblo de Kent a orillas del Mar del Norte llamado Westgate-on-Sea. Nos ofrecían alojamiento en casas de familia en el pueblito, para experimentar la vida cotidiana de primera mano. Todo era una auténtica maravilla.


En aquel momento todavía no eran comunes los celulares, y existía internet, que se usaba principalmente para mandar emails, pero nada de blogs, o al menos yo no los conocía. Recién al volver a Montevideo revelábamos las fotos, y era una instancia de ilusión nada despreciable, ya que, una vez que el viaje había quedado atrás, era hermoso volver a ver los sitios y los rostros de ese pasado reciente y añorado. Mi vocación por la crónica me llevaba a armar álbumes de fotos a los que dedicaba horas, días y meses después del viaje, basándome en apuntes y mi memoria alucinada. Un blog hecho a mano y que sólo se podía compartir con los amigos que viéramos en persona.... Una época pasada a la historia... 


Los anfitriones que nos tocaron a Gustavo y a mí fueron Sylvia y Brian, una pareja de personas mayores amantes de los gatos, que también fueron retratados en mi blog improvisado.


Lo cierto es Sylvia y yo nunca dejamos de escribirnos. Primero postales de Navidad, que fueron creciendo hasta convertirse en cartas escritas a mano de varias carillas, y cuando el email se hizo más común y ella se abrió una cuenta, pasamos a ese medio. Nunca dejamos de estar en contacto en estos 19 años. Brian ya falleció, ella pasó mal, se recuperó, y continúa como siempre viviendo en la misma casa del pueblo inglés sobre el mar.

Este mes vuelvo a Gran Bretaña. Voy en circunstancias diferentes, que ya les contaré más adelante, porque no es una historia común y corriente tampoco. Básicamente, voy en un intercambio académico. Mis actividades comienzan el miércoles 14. Pero yo llego 2 días antes, para hacer una brevísima escapada al pasado. Voy a visitar a Sylvia, voy a ver con los ojos de mi otra yo, una yo que ya crió hijos y hace tiempo no da clases de inglés, aquello que en mi pasado fue uno de mis sueños hechos realidad. ¿Continuará siéndolo? No lo dudo ni un poquito.

Continuará.

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