El por qué de la alondra y el ruiseñor
JULIETA ¿Te vas ya? Aún no es de día. Ha sido el ruiseñor y no la alondra el que ha traspasado tu oído medroso. Canta por la noche en aquel granado. Créeme, amor mío; ha sido el ruiseñor. ROMEO Ha sido la alondra, que anuncia la mañana, y no el ruiseñor. Mira, amor, esas rayas hostiles que apartan las nubes allá, hacia el oriente. Se apagaron las luces de la noche y el alegre día despunta en las cimas brumosas. He de irme y vivir, o quedarme y morir. JULIETA Esa luz no es luz del día, lo sé bien; es algún meteoro que el sol ha creado para ser esta noche tu antorcha y alumbrarte el camino de Mantua. Quédate un poco, aún no tienes que irte. ROMEO Que me apresen, que me den muerte; lo consentiré si así lo deseas. Diré que aquella luz gris no es el alba, sino el pálido reflejo del rostro de Cintia , y que no es el canto de la alondra lo que llega hasta la bóveda del cielo. En lugar de irme, quedarme quisiera. ¡Que venga la muerte! Lo quiere Julieta. ¿Hablamos, mi alma? Aún no amanece. ...
La última vez... tenía 19 y al otro día tendría 20, no recuerdo qué me dijo pero se despidió con un beso en la mejilla y yo simplemente dije "chau papá", con una neutralidad que no imagina escenarios posibles!
ResponderEliminarPor ahora mi retrospectiva es para recordarlo en todos los ideales que se proyectan en mí. Creo que aún no lo despido y no sé si es lo importante pero agradezco estos estados que te conectan con una frase y una frase que te conecta con la experiencia de otro y esos minutos que te dedicas para pensar(te) desde tu experiencia y poder compartirla.
Gracias, porque las posibilidades de las despedidas son igual de inciertas e infinitas que las posibilidades que podemos generar en otros con las palabras.
Otro abrazo, Naty🫂
Querida Natalia, ¡qué feliz me pone tu comentario! Hice este post para justamente intercambiar, y hoy entro a ver si hay comentarios para moderar y encuentro el tuyo! Gracias, gracias. Es así, en esencia todas las historias humanas se parecen. Beso!
EliminarEstoy teniendo el gusto como hace nunca en mi vida, por tema de salud, (no se hasta cuando) de poder en mi horario de trabajo disfrutar de escuchar radio. Hablar con amigos, Mirar TV, De poder hacer un curso online, de mirar muchas cosas en las redes. Y de encontrarme con esto que compartiste , que no sé si es por el día así que me mueve tantas cosas. Primero el recuerdo de mi querida abuela Darinka que en su enfermedad terminal y en sus últimas horas y ya entre su deterioro físico, balbuceos eh incoherencias, hubo un instante de claridad donde me ve a los pies de la cama, yo con mis 15 años y le dice a mi tía pelusa presente ahí, con voz tierna y mucha dificultad para hablar, "dale ese buzo a Federico que tiene frío". Esas palabras me van a quedar grabadas por varias vidas. Eso y todos sus pequeños grandes detalles, siempre me sentí especial con ella porque fui orgullosamente su primer nieto. Esa fue una última ves que recuerdo feliz, porque tuve el privilegio de que eso me lo diga a mi.
ResponderEliminarY otra cosa muy significativa para nosotros fue ese bar la Papoñita, donde fue nuestro punto de encuentro en el comienzo de nuestra relación durante bastante tiempo todos los fin de semana porque éramos muy costumbristas mientras vivimos en Montevideo. Y seguimos manteniendo ese ritual de volver en nuestros paseos a Montevideo y levantando la bandera de que era un lugar que con el pasar de los años siempre te encontrabas el mismo producto con su sabor y calidad pero está última ves allá por 2022 que hasta fotos tengo. la experiencia fue totalmente distinta de comienzo al final. Una atención del mozo descortés con una demora de 1 hora o más y toda una plaza que se le llenó de gente y que evidentemente no daba a basto para tantas mesas . Y allá a las cansadas aparecieron los platos y ya después de haber probado tantos de los mismos ya no eran igual que antes. La bandera esa de la calidad y sabor la guardamos al disimulo jaja. Y con esta noticia de su cierre entendimos mucho de la energía que había ahí adentro con una respuesta lógica de la gente al saber que había un final inminente y todo eso se traduce al público como así en su épocas de esplendor íbamos y nos atendían regio y tomábamos un cóctel que le ponían una sombrillita para decorar. Así que en eso de que la memoria es selectiva trato de que ese no sea el último recuerdo que tengo de la papoñita
Gracias por esas historias! Si habrá cosas para contar y compartir. Que te mejores!
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