Historias tangenciales (a la presentación de un libro) 1
El 5 de octubre presenté mi segunda novela. No voy a contar lo obvio, como si hiciera una nota de prensa. Quiero contarles cosas que sólo viví yo, y que fueron verdaderamente movilizadoras. Como si fuera, digamos, los entretelones. Empecemos por esta: EL SEÑOR QUE VINO BUSCANDO A UN FANTASMA Terminada la presentación, yo me encontraba en el hall del Salón Dorado de la Intendencia de Montevideo, firmando primeras páginas de ejemplares del libro, sonriendo tanto que hasta dos días después me dolían los músculos de la cara, bastante aturdida, entreverando nombres y pasando vergüenza si a alguien bastante conocido le tenía que preguntar cómo se llamaba porque la emoción me provocó lagunas. Me ocurre seguido eso. De sentir una importante sensación en el pecho y de pronto olvidar lo que estaba diciendo. En fin, un enjambre de personas, caras sonrientes, mucho amor, claro, muchos abrazos previstos, imaginados y deseados, pero que en ese momento no podía disfrutar del ...