Protocolos
Hace mucho, mucho tiempo, allá por el siglo XIII en que aparecieron las primeras universidades europeas en la civilización occidental, el mundo se volvió tan consciente del valor y el poder del conocimiento que, ya en el umbral del Renacimiento, los primeros humildes maestros que otorgaban a sus estudiantes habilitados la Licencia como nuevo maestro (de ahí la palabra "Licenciatura") se convirtieron gradualmente en aristócratas que concedían el honor de licenciar a alguien siempre y cuando a cambio el homenajeado diera una fiesta como las de la nobleza e hiciera a sus profesores regalos muy caros. Esa costumbre perduró en Europa hasta el presente, por lo menos en España, donde hasta por lo menos hace diez años los doctorandos tenían que llevar a los miembros del tribunal, luego de su defensa de tesis, a un restaurante gourmet para ofrecerles un banquete quizá tan caro (aunque puedo estar exagerando) como la carrera para la que había tenido que conseguir beca (pero sin bec...